La edición 128 del Clásico Regio se llevará a cabo en uno de los momentos más delicados en la historia de Nuevo León, ya que las protestas contra los servicios de agua se han vuelto habituales en el estado tras un verano marcado por una prolongada sequía y pondrán en riesgo la realización de los esperados juego.
En las últimas horas se ha dado a conocer que algunos vecinos de la ciudad de Guadalupe se estarán preparando para salir a la calle en respuesta a la fallida estrategia de distribución de agua implementada por el gobierno de Samuel García, que no atiende a la ciudad desde hace varios días. En varias zonas de la ciudad, el Estadio BBVA es sede de los Rayados y sede de su choque con Tigres.
"Sin Agua, No Hay Clásico", la leyenda que promueve la protesta, tenía la intención de centrar la atención de los ciudadanos en los problemas de agua que estaban experimentando Guadalupe y otras ciudades, en lugar de los tradicionales enfrentamientos del club real.
Hasta el momento, ni Tigres ni Rayados han anunciado si implementarán medidas de seguridad en respuesta a la protesta, y las autoridades no han respondido a las demandas de los ciudadanos ni ofrecido planes para una transferencia de equipos sin problemas.